• ¿Cómo se quita?
• ¿Cómo se evita?
• ¿Qué es?
• ¿Cuál es la causa?
• ¿Cómo se reconoce o se diagnostica?

Las preguntas relativas a la enfermedad surgen con tal fuerza porque vienen de los deseos más vehementes: El de la supervivencia y el de la aversión al dolor y al sufrimiento.

Estas preguntas se han hecho y se han contestado en todos los tiempos y en todas las culturas. Y las respuestas son; que se ha recurrido a:

• Lo empírico (lo practicado), y lo científico (lo preciso, lo objetivo a través de su verificación)
• Lo mágico (que era mediante ciertos actos o palabras, también, utilizando objetos como piedras, líquidos o cualquier otra cosa, que creían que tenían poderes especiales).
• Lo religioso (en espera de un milagro, por medio de la oración).

En estos dos campos se ha movido el hombre desde sus primeros años de existencia aquí en la tierra.
                               
      

“Hijo mío, el Señor Dios Ometecutli y Omecíhuatl,
señores del doceno cielo,
te criaron para enviarte a este mundo
triste y calamitoso”