Conferencia Homeopatica

EXPERIMENTO HOMEOPATICO
CON EL GRUPO SANGUINEO "0"

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Autor: Dr. GABRIEL HERNAN GEBAUER - Médico Homeópata
Chile

En otras palabras, la tasa de la(s) inmunoglobulina(s) que sea[n] el caso debería[n] retornar a su valor promedio original, esto es, al valor promedio previo a la administración de la dilución D30 de glóbulos rojos lavados del grupo sanguíneo A (y/o del grupo sanguíneo B).

La repetición de esta secuencia, en la misma medida en que se acrecienta su frecuencia, debería apoyar aún más la evidencia acerca de la realidad objetiva de la relación causa-efecto entre, por un lado, la ingestión de la dilución D30 de glóbulos rojos lavados del grupo sanguíneo A (y/o del grupo sanguíneo B); y, por otro lado, la elevación de la tasa plasmática ya sea de la inmunoglobulina IgM, preferentemente, ya sea de la inmunoglobulina IgG, o ya sea de la inmunoglobulina IgE, o alguna combinación entre ellas.

 Igualmente, esta disposición experimental permitiría corroborar a la vez la sistemática ausencia de una relación causa-efecto entre la ingestión de la dilución D30 de glóbulos rojos lavados del grupo sanguíneo 0 en sujetos del grupo sanguíneo 0 y Rh(+), y la tasa plasmática de las inmunoglobulinas IgM, IgG e IgE, que permanecerían invariables. Esta ausencia de relación cobraría importancia en la medida que es acompañada por una respuesta positiva ante la ingestión de la dilución D30 de glóbulos rojos lavados del grupo sanguíneo A (y/o del grupo sanguíneo B) en los mismos sujetos.

Preparación de cada una de las distintas “diluciones homeopáticas” de glóbulos rojos lavados:

Se preparan independientemente las diluciones de glóbulos rojos lavados del grupo sanguíneo A, del grupo sanguíneo B y del grupo sanguíneo 0, todas igualmente de sangre del grupo Rh(+).

A partir de una relación de un centímetro cúbico de glóbulos rojos lavados en nueve centímetros cúbicos de glicerina  –lo que corresponde a la primera dilución decimal (D1)-, y teniendo el cuidado de agitar cada tubo para que la mezcla sea homogénea, se preparan las diluciones siguientes (D2, D3, etc.). En éstas se usa, en lugar de glicerina, agua con alcohol de 40º.

Se lleva el proceso de dilución hasta alcanzar la dilución D30. Vale decir, se comienza con la dilución D1 y mediante  sucesivas diluciones a la décima parte –o sea, en la proporción de 1 parte de soluto en 9 partes de solvente-, aplicadas cada vez sobre la dilución inmediatamente anterior, y teniendo cuidado de agitar vigorosamente luego de cada dilución (“sucusión”), se completa el proceso con la dilución D30. En el último paso, esto es, de la dilución D29 a la dilución D30, se reemplaza el alcohol de 40º por alcohol de 10º.
 

   

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