Conferencia Homeopatica

CHELIDONIUM:
CASO CLINICO

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Autor: Dr. GUILLERMO E. TESONE - Médico Homeópata
Argentina

Chelidonium

Ya en la antigüedad, se la llamaba “hierba de las verrugas o de la golondrina”, familia de las papaveráceas, que crece en Europa y América, en lugares húmedos, escombros y grietas de muros viejos.
Galeno entre otros la empleaba contra enfermedades del hígado, especialmente la ictericia, y también en diversas oftalmías, es por eso, su otro nombre “Eclaire” y Kelidon (golondrina=griego), tiene también la virtud oftálmica, sea porque los nidos de golondrina tenían fama de buenos para las enfermedades de los ojos, o porque se asignaba a estos pájaros la virtud de dar la vista a sus pichones con el jugo de la planta, amarillo, viscoso, amargo y cáustico.
Paracelso, la recomendaba como el drenador de Aurum en enfermedades del hígado.
Cazen, en su “Tratado de las plantas indígenas”, la recomienda para verrugas y callos.[2] [8]
Según distintos autores, la sintomatología física predominante es: lado derecho, agravación 4am y 4pm, jaqueca biliosa, estado bilioso con náuseas y vómitos, hepatomegalia, hígado congestivo, dolores a nivel del omóplato derecho que parten del hígado, neuralgia supra-orbitaria derecha, con lagrimeo profuso y conectado a trastornos hepáticos.
Opacidad de córnea y cristalino, irritación blefaro-conjuntival con o sin orzuelo. Empeora al mirar hacia arriba.
Hemorroides, constipación, deposiciones tipo excremento de oveja, blanquecinas, arcillosas o amarillas. Alternancia con diarrea.
Distintos tipos de tos coqueluchoidea, bronquítica, síndrome asmático. Dolores del lado derecho del pecho, neumonía agravado  por cambios atmosféricos.
Piel con ictericia, verrugosa, con olor fecaloide con abundante sudoración al menor movimiento.

Los síntomas empeoran con el movimiento al igual que Bryonia, la diferencia está en que Chelidonium empeora con la presión y Bryonia no.
Se agrava con el calor de la habitación cerrada.
Extremidades dolorosas al tacto. Talalgia derecha con ardor y rigidez de pierna, tobillos rígidos con edemas.
Gran deseo de leche y lácteos.[2][5][6][7][8][9][11]

Rajan Sankaran, describe el caso clínico de un hombre ambicioso, precoz y trabajador, con antecedentes de úlcera duodenal y melena, se preocupa por su salud, con la ansiedad de conciencia por haber elegido mal su profesión, porque luego de su descuido si el hubiera sido médico y no ingeniero, se hubiese cuidado de no llegar al síntoma. Tomando del repertorio la ilusión y miedo de haber arruinado su salud, como único remedio.[10]
Kent, toma como síntomas más importantes, la ansiedad que impide descansar. Tristeza, como si hubiera cometido un crimen, como si estuviera por suceder algo horrible. Está tan triste que piensa que debe morir. Lloroso con desaliento. Disgusto por todo esfuerzo mental y por la conversación. Pereza en toda la economía.[7]
Vithoulkas, refiere que es muy similar a Lycopodium en su imagen constitucional. Puede resultar difícil diferenciarlos, especialmente al considerar toda la persona.
Son enérgicos, con necesidad de dominar a otros. Obstinados, queriendo imponer sus opiniones a los demás, incluso con las mejores intenciones. Con un sentido definido de lo que es correcto y erróneo, incluso en áreas fuera de su experiencia. Prestos a dar consejos, y se sienten ofendidos si sus opiniones no se tienen en cuenta. Por lo que también es similar a Dulcamara.
Todo esto sin mostrar cobardía, aunque carece del pacifismo visto en la mayoría de los otros remedios hepáticos. No dudará en luchar por sus derechos u opiniones.
Se preocupan por los demás sin una sensibilidad humanitaria, es más un sentimiento de culpabilidad.
Ocultando una aparente inseguridad, los lleva a ayudar y dominar a otros. Son de fuerte voluntad, y parecen obtener un sentido de seguridad y satisfacción al conseguir que otros cumplan sus órdenes.

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