Conferencia Homeopatica 2008

 

 

EL MEDICAMENTO HOMEOPÁTICO Y LA ENERGÍA
Página 4/6

Autor: Dr. Andrés Amado Zuno Arce - Investigador Homeópata
México


LA ENERGÍA VITAL, EL MEDICAMENTO HOMEOPÁTICO Y EL FENÓMENO FÍSICO DE LA RESONANCIA (2)

Energía o fuerza vital es la que tienen los seres vivos y que les da la capacidad de experimentar esa forma de movimiento específico a la que denominamos vida. Por eso se le llama vital. Los seres inertes, carentes de vida no la tienen.

La vibración que caracteriza a la fuerza vital cesa con la muerte. Ya no hay ese movimiento al que llamamos vida, como dije anteriormente. Entonces ¿podemos pensar que los remedios contienen la vibración vital de su elemento constitutivo? ¿Acaso su energía es siquiera similar a la de un enfermo a quien se prescribe homeopáticamente? Si fuese así, tendríamos que reconocer que los remedios son entes con vida, o casi. Pero no; no es así. Es más, la energía de los seres vivos y la de los seres inertes son lo opuesto, lo "positivo" y lo "negativo", lo yin y lo yang. La vida es cierto movimiento y la muerte la ausencia de ese movimiento. No existe, pues, posibilidad alguna de que se dé, energéticamente, el fenómeno de resonancia.

Para abundar en esto, veamos lo de los nosodes. Estos remedios se preparan con microbios vivos, pero mueren en el proceso de preparación, o muertos, pero en ambos casos carecen de vida en el momento en que se convierten en medicamento homeopático. Y ya no tienen la energía vital pero la información queda ahí. Y esa es la que opera. Lógicamente, sin la energía vital las posibilidades de que hagan resonancia con el enfermo no existen. No solamente no son energías iguales, sino que ni existen.

Podemos decir lo mismo de los medicamentos preparados con órganos o plantas, homeopáticamente. (Más al respecto en el epígrafe de Organoterapia)

 

LA PERMANENCIA DE LA INFORMACIÓN EN EL ENVASE.

La sacudida con detenida repentina, golpe, la sucusión, imprime características del soluto no sólo al solvente, el vehículo, sino al envase que lo contiene. No obstante que se haya evaporado el solvente, ya sea alcohol o agua, deja impresas sus características y se pueden recuperar con tan sólo agregar de nuevo el líquido del caso y sucusionarlo.

Ahora bien, se supone que la transmisión de algo, energía o información, también se transfiere al envase del líquido homeopático del caso, sin necesidad de sucusión, pero este es uno de los temas de investigación en homeopatía que queda pendiente para ser llevado a la experimentación adecuada.

continuar >>



Volver al temario