Conferencia Homeopatica 2008

LA CURACIÓN DESDE LA HOMEOPATÍA PROFUNDA
Un caso de Parkinson

Página 5/7

Autor: Dr. EDUARDO IMVENTARZA
Médico Homeópata
Argentina


Siguiendo el orden de rangos aparecen las manifestaciones que tienen que ver con su sufrimiento en relación a los demás y el medio. Susceptibilidad, temores, deseos, aversiones.

Nunca debemos descuidar la dinámica miasmática. Esto nos permite ver al enfermo longitudinalmente, a lo largo de su historia. Saber cual es su foto actualizada, si predomina el plano de sufrimiento o el de la reactividad, por medio de la acción, ya sea hacia la auto afirmación sycósica o la huída syphilítica. Pero integrándola a la película que comienza con su nacimiento y nos brinda la visión de su dinamismo vital. Esta es nuestra propuesta acerca de lo que Hahnemann postula en el parágrafo 3 del Organón: “Percibir qué es lo digno de curar en cada enfermo en particular”.

Tampoco debemos dejar de lado los síntomas generales y particulares, raros, extraños y peculiares. Salvo que se contradigan, en una historia bien tomada, esos la complementan y la confirman y reafirman.

Hace ya 22 años llega a mi consultorio Nora., de 63 años, es viuda, esta empleada y tiene 4 hijos.

Llega a mi consulta con el diagnóstico de Parkinsonismo. Tiene un marcado temblor de manos, sobre todo en la derecha al punto que no le permite ni manejar un cubierto. Mirada fija. Gran rigidez general. Artrosis cervical. El cuadro había empezado hace unos 8 meses y los medicamentos que le recetaron hasta ese momento, la habían ayudado muy poco.

El único antecedente importante era que hace varios años tuvo eczemas en manos y brazos, que fueron suprimidos con tratamiento local.

Cuando le pregunto sobre su manera de ser, cuenta que es nerviosa e impaciente. - "Si no me entienden lo que explico, enseguida me pongo nerviosa. También cuando mis hijos no hacen lo que yo quiero.

Soy sensible a que me traten de una manera incorrecta. También me pone mal tratar incorrectamente a otro, cosa que a veces ocurre, pero enseguida me doy cuenta y pido disculpas.

Trabajo hace años, desde que enviudé. Soy muy ordenada y lenta. Me da mucha rabia que algo me salga mal.

Cuando mi marido murió sentí que el mundo se me venía abajo.
Le tengo mucho miedo a las tormentas.

Cuando yo era chica siempre mandaban los demás, ahora es al revés.
Tengo miedo a los animales, sobre todo a perros y gatos.

Le agrego mucha sal a las comidas, me gustan bien condimentadas. Soy muy calurosa.

 Cuando estaba por venir mi menstruación me ponía muy irritable.

 

Continúa >>

Siguiente


Indice de Ponencias 
Regresar al índice de Ponencias